domingo, 19 de junio de 2011

"Metiéndonos en Harina" con la Sal

Tras hacerme eco de la opinión y razones que da Omar Rost para el consumo de la Sal Marina y viendo que quedan dudas, profundicemos un poco en el tema.

La Sal y su Historia:

En términos generales, la sal ha sido uno de los elementos principales en la economía durante todos los tiempos.
Las primeras fuentes documentadas sobre el uso y la extracción de la sal se remontan a China. Siendo un producto de gran valor, la sal fue utilizada como moneda de cambio. Ya en el Imperio Romano, los legionarios cobraban su salario, es decir, su sueldo, en sal (de ahí el nombre de “salario”). Siglos más tarde, el intento de eliminación del impuesto sobre el consumo de la sal que se venía realizando en Francia es considerado prácticamente uno de los motivos que iniciaron la Revolución Francesa.

En el continente Americano, la sal fue también utilizada por las culturas precolombinas, siendo empleada tanto como moneda de cambio, como un sistema de conservación de los alimentos.

Como curiosidad, su sabor característico (el sabor salado), se puede apreciar gracias a unos receptores que se encuentran en la lengua. Según varios estudios, parece ser que los recién nacidos no son capaces de identificar el sabor salado hasta que cumplen los cuatro meses.

La Sal y sus Usos:

Los principales usos dados a la sal son dos: sirve como condimento en la cocina, y como conservante.

Como condimento: Usada desde tiempos ancestrales es el uso más común, siendo un elemento imprescindible en cualquier cocina. La sal es un potenciador del sabor y además, al ser consumida, produce una necesidad de ingerir más alimentos, lo cual aprovecha la industria alimenticia en beneficio propio. Por ambos motivos, este producto se encuentra incluso en pasteles y bebidas refrescantes.

Como conservante: Utilizada para salar tanto carnes como pescados, pudiendo posteriormente ser desalados y consumidos. Un método muy utilizado siglos atrás, al no disponer de los actuales métodos de conservación, como la congelación o el envasado.

No tan conocido es el uso de la sal en la industria (elaboración de cosméticos o papel).

Beneficios de la Sal:

Antes de hablar de los beneficios de la sal, es importante conocer por qué es tan necesaria para el organismo. El sodio se encuentra en muchas partes del cuerpo, y se ha constatado su importancia en la disolución de nutrientes, así como en algunas reacciones químicas biológicas.

En cuanto a sus beneficios, son en realidad dos componentes, la cal y el sodio, los que son de vital importancia para el organismo, debido a que ayudan en el proceso de digestión, mantienen la presión de los fluidos corporales (los extracelulares), la presión sanguínea y también mantienen el equilibrio de los ácidos del cuerpo.

El consumo de sal es beneficioso para los hipotensos, es decir, para las personas con tendencia a tener baja la tensión arterial.

¿Por qué es la Sal contraproducente?

Hay que partir de la base de que aunque la sal es necesaria para el organismo, también es perjudicial si es consumida en exceso. Aunque la idea de que la sal engorda está ampliamente difundida, lo que ocurre en realidad es que la sal hace que el cuerpo retenga líquidos, aumentando así el volumen muscular. También, como se puede deducir al saber que es beneficiosa para la gente hipotensa, del mismo modo es muy perjudicial para los hipertensos (gente propensa a una alta tensión arterial).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumir cada día más de seis gramos de sal, el equivalente, más o menos, a una cucharilla, aunque en caso de altas temperaturas se recomienda elevar ligeramente dicha cantidad a unos 7 gramos diarios. Una cifra que, en la práctica, la mayoría de las personas llegan incluso a duplicar. A la cantidad de sal que contienen por sí mismos los alimentos, especialmente los precocinados, se añade la utilizada en el proceso de preparación y cocinado, con lo que la cifra final puede llegar a superar los doce gramos. Los expertos aconsejan moderar el consumo y educar al paladar desde la infancia para evitar futuros problemas de hipertensión o corazón. Existen diversos estudios en los que se relacionan el consumo excesivo de sal con el cáncer de estómago, la enfermedad de Ménière o la enfermedad de pica.

En conclusión, la idea principal es que la sal es algo necesario para la vida, pero que consumida en exceso puede llegar a ser muy perjudicial para la salud. Una dieta equilibrada, evitando productos muy elaborados, junto con la práctica de ejercicio, son las mejores armas para evitar futuras dolencias y combatir muchas enfermedades que se padecen actualmente.

Entonces ¿porqué es mejor la Sal Marina?

La Sal Marina es un producto que se obtiene mediante la evaporación del agua de mar. Además del cloruro de sodio (ClNa), contiene otras sales, oligoelementos y minerales, incluyendo yodo (no tiene que enriquecerse). Esta sal es mejor que la sal común o de mesa, ya que tiene un sabor más acentuado que permite emplear menor cantidad a la hora de sazonar las comidas que de sal común. Esto se traduce en una menor ingesta de sodio; mineral que consumido en exceso tiene implicaciones negativas para la salud, especialmente en caso de hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular y retención de líquidos.

La Sal es necesaria para una dieta sana. El déficit de yodo puede dar lugar a graves consecuencias en el feto durante la gestación, en el niño para su desarrollo y en el adulto provocando bocio hasta situaciones patológicas graves. El yodo es un elemento que el cuerpo necesita para estar sano y que se encuentra en algunos alimentos. La falta del mismo puede causar enfermedades graves, como bocio, cretinismo, retardo mental, sordomudez. Por lo tanto su consumo, beneficia a todos por igual. Los desórdenes por deficiencia de yodo constituyen la primera causa de retardo mental que se puede prevenir en la niñez, también causan una pérdida significativa de la capacidad de aprendizaje, aumentan el riesgo de abortos, y representan una pérdida del 5% del PIB en los países afectados. La deficiencia de yodo está presente en 118 países y cerca de 1.500 millones de personas viven en regiones con este problema.

La Sal Marina se obtiene de forma natural por la evaporación provocada por el sol y el viento. A diferencia de la sal de roca, contiene sólo un 34% de cloruro sódico y es más rica en oligoelementos. La sal marina, obtenida directamente de las salinas, es, a pesar de su color gris, más sana y completa que la refinada que se emplea para condimentar la comida. La sal de mesa es más seca debido a la incorporación de fosfato de cal.

La Sal Marina se puede encontrar en establecimientos dedicados a la dietética. En estas tiendas también se pueden comprar sales a las que se han añadido especias o extractos de vegetales que sustituyen al cloruro sódico y consiguen un aroma más apetecible para el paladar. Estos compuestos son muy resistentes al calor y se pueden añadir a los alimentos antes de cocinarlos.

La Sal Marina puede reducir la ingesta global de sodio, pues se necesita menos cantidad para dar sabor. La sal de mesa o cloruro de sodio (ClNa) es la más común y en ocasiones está enriquecida con yodo (véase siempre el etiquetado) este enriquecimiento es por métodos artificiales ya que es un “destilado/preparado/refinado” de mineral, cuando podemos encontrar de manera natural los mismos y muchos otros componente benignos en la Sal Marina. La Sal de Mesa da menos sabor, lo que tiende a su uso abusivo con los prejuicios que conlleva, y como todo lo “quimico” siempre tiene menos valores que los productos naturales equivalentes.

No olvidemos además para no abusar de la sal los términos “salpimentar” y “aliñar” donde podemos combinar especias, extractos y salsas a la hora de dar sabor a nuestros platos reduciendo el uso pernicioso de la misma con idóneos resultados gastronómicos, de nuevo la Sal Marina que posee mayor potencial de sabor sale como elemento idóneo.

Para saber más:

http://elherejegnostico.blogspot.com.es/2011/06/sal-marina-o-sal-comun.html