martes, 30 de agosto de 2011

Estramonio, esa "droga" tan de moda.

Siguen sumándose los casos de intoxicación con Estramonio en nuestro país, planta silvestre que crece por casi cualquier lado e incluso a veces se usa como planta ornamental. Este tipo de noticias me dejan tranquilo frente al futuro por ser la prueba de que la Naturaleza es sabia y cuando hay un exceso en las poblaciones animales aparece el “gen del gilipollas” (detectado sobretodo en el ser humano) que hace que se auto eliminen los congéneres más lerdos. Que me planteo yo ¿Quién no ha ido comiéndose los hierbajos que hay en parterres de parques o arcenes de carretera en su juventud? ¿Quién no se ha bebido un buche de lejía para limpiarse la barriga? ¿Quién no ha puesto la mano encima de un llama (sabiendo que ya quema) y luego se ha quejado de quemarse?. Pues NO, ahora tiene la culpa la planta por crecer y existir, o el ayuntamiento de turno por no quitar de los campos un planta que lleva toda la vida creciendo allí, NO la tiene el “tonto la pija” que entra en un propiedad privada a celebrar una fiesta ilegal y se bebe lo primero que le da un desconocido o el que dos semanas después tras salir en todos los medios de comunicación se come dos hojas u varios pétalos quizás para hacerse el chulo con los amiguetes y estos por si acaso, demoran el llamar a una ambulancia hasta que se convulsiona como la “niña del exorcista” para terminar de arreglarlo(todo esto según el testimonio de la propia madre del afectado a 30/08/2011 en “El Programa del Verano” en Tele 5). Pos nada, si queréis ser el siguiente en salir en la TV poneros un poco al día con los siguiente enlaces, Yo personalmente me fijaría bien en la fotos, pero para ni acercarme cuando lo vea por ahí (por si acaso).



Y que no todo es malo mirad…


Para concluir decir que, “NO ES UNA DROGA”, “ES UNA PLANTA VENENOSA DE LAS GORDAS”, otra cosa es que gente inconsciente la use para hacer el gamba (soy consciente de que todas o la mayoría de las drogas son venenos que intoxican al organismo, pero quiero constatar que nadie se suele fumar un porro y morir en 0,2).