martes, 27 de noviembre de 2012

Escepticismo Moderno.


El movimiento Escéptico moderno se ha radicalizado al día de hoy de tal manera que parece haber perdido totalmente su sentido, atacando creencias más que planteando opiniones.

Definiciones según la RAE:

- Escepticismo.
(De escéptico e -ismo).
1. m. Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo.
2. m. Doctrina de ciertos filósofos antiguos y modernos, que consiste en afirmar que la verdad no existe, o que, si existe, el hombre es incapaz de conocerla.

- Escéptico, ca.
(Del lat. sceptĭcus, y este del gr. σκεπτικός).
1. adj. Que profesa el escepticismo. Filósofo escéptico. Hombre escéptico. Apl. a pers., u. t. c. s.
2. adj. Que no cree o afecta no creer. U. t. c. s.

- Negar.
(Del lat. negāre).
1. tr. Decir que algo no existe, no es verdad, o no es como alguien cree o afirma.
2. tr. Dejar de reconocer algo, no admitir su existencia.
3. tr. Decir que no a lo que se pretende o se pide, o no concederlo.
4. tr. Prohibir o vedar, impedir o estorbar.
5. tr. Olvidarse o retirarse de lo que antes se estimaba y se frecuentaba.
6. tr. Dicho de un reo preguntado jurídicamente acerca de un delito de que se le hace cargo: No confesarlo.
7. tr. Desdeñar, esquivar algo o no reconocerlo como propio.
8. tr. Ocultar, disimular.
9. prnl. Excusarse de hacer algo, o repugnar el introducirse o mezclarse en ello.
10. prnl. Dicho de una persona: No admitir a quien va a buscarla a su casa, haciendo decir que está fuera.

MORF. conjug. c. acertar.
~se alguien a sí mismo.
1. loc. verb. No ceder a sus deseos y apetitos, sujetándose enteramente a la ley, y gobernándose, no por su juicio, sino por el dictamen ajeno conforme a la doctrina del Evangelio.

Así bien, hoy en día ateniéndonos a sus definiciones podemos calificar más de “negacionistas” que de escépticos a aquellos que arremeten contra cualquier idea que no sea del todo ortodoxa o cuadre en los esquemas establecidos según la “Ciencia Oficial”. El escéptico es aquel que duda, sea creyente o no, sobre lo expuesto o dicho, ya que aquel que cree sin dudar nada y sin plantearse nada, no es creyente, sino crédulo (ver abajo).  Ser creyente no conlleva no ser escéptico, o al revés, porque al final todos creemos en algo al convencernos una las distintas posibilidades planteadas como solución al problema estudiado.

Definiciones según la RAE:

- Creyente.
(Del ant. part. act. de creer).
1. adj. Que cree, especialmente el que profesa determinada fe religiosa. U. t. c. s.

- Crédulo, la.
(Del lat. credŭlus).
1. adj. Que cree ligera o fácilmente.

He tenido conversaciones con gente y he oído debates donde se a usado el buen juicio y sin llegar a al menosprecio o la burla, el buen científico no ha negado lo expuesto por la otra parte, sino que ante la imposibilidad de corroborarlo o negarlo, dice que no puede afirmase nada ni positivo ni negativo hasta desarrollar un método de estudio eficaz para ello quedando todo en el ámbito de la especulación subjetiva y la creencia personal, que no tiene valor confirmatorio total, sino parcial a cada individuo y sus creencias. E igualmente, me parece peregrino los del bando “creyente” que sin ninguna prueba objetiva quieren de igual manera imponer su idea indistintamente de lo que racionalmente se tiene en contra y sin tener en cuenta soluciones científicas que pueden perfectamente explicar sucesos a priori extraños.

Veamos a continuación como han planteado su visión sobre el tema dos grandes pensadores nuestro tiempo.

Mario Bunge racionalista y filósofo, plantea así su visión sobre del escepticismo. La duda absoluta es tan irracional como la convicción absoluta. En consecuencia, el escepticismo sistemático o radical es lógicamente insostenible. Pos la misma razón, todo escéptico metodológico tiene algún credo, por más provisional que sea. El escepticismo ha de ser constructivo, no sólo crítico. Los escépticos radicales (o absolutos) afirman creer que no debemos creer en nada, lo cual constituye, por supuesto, una creencia autodestructiva. En dosis moderadas, el escepticismo estimula la búsqueda de la verdad; en dosis inmoderadas, inhibe esa mismo búsqueda. Los escépticos radicales destruyen con su férreo dogmatismo, en ves de fomentar la crítica constructiva y la investigación creativa, que sería lo correcto. Estos ultraescépticos constituyen, por tanto, un obstáculo para la investigación científica. El escepticismo moderado ofrece la perspectiva de un progreso gradual del conocimiento, en tanto que el radical proporciona una ignorancia instantánea. Además, las ideas pseudocientíficas también están instaladas en el seno de la ciencia. Recibiendo el apoyo unánime de la comunidad científica, a pesar de que no existan pruebas que las sustenten como por ejemplo la Teoría de las supercuerdas.

Carl Sagan, astrónomo y gran divulgador científico, plantea que el pensamiento escéptico es simplemente el medio de construir, y comprender, un argumento razonado y reconocer un argumento falaz o fraudulento. La principal deficiencia que observo del movimiento escéptico radica en su polarización, en la idea de que ellos tienen el monopolio sobre la verdad y en pensar que son imbéciles quienes creen en lo paranormal, eso es poco constructivo.

En su obra “El Mundo y sus Demonios” enumera un serie de herramientas eficaces para mantener un sano pensamiento escéptico destacando las siguientes.

- Siempre que sea posible tiene que haber una confirmación independiente de los hechos.
- Los argumentos de la autoridad tienen poco peso: las “autoridades” han cometido errores en el pasado. Los volverán a cometer en el futuro. Quizá una manera mejor de decirlo es que en la ciencia no hay autoridades; como máximo, hay expertos.
- Barajar más de una hipótesis. Si hay algo que se debe explicar, piense en todas las diferentes maneras en que podría explicarse. Luego pensar en pruebas mediante las que podrían refutarse sistemáticamente cada una de las alternativas.
- Intentar no comprometerse en exceso con una hipótesis porque es la propia. Se tata solo de una estación en el camino de búsqueda del conocimiento.
- Preguntarse siempre si la hipótesis, al menos en principio, puede ser falsificada. Las proposiciones que no pueden comprobarse ni demostrarse falsas, no valen mucho.

Creo que TOD@S deberíamos hacer uso de un escepticismo “sano”, poniéndonos en la posición del opuesto y plantearnos las cosas de manera más creativa y participativa, ya que probablemente conseguiríamos mucho más progresos y más satisfactorios, aunque no sean los esperamos a títulos personal, aceptándolo, ahí sabremos si buscamos la verdad o sólo ratificar nuestra creencia. Como ya he dicho, no creo que dudar sea lo opuesto de creer, sino un medio para afianzar nuestra creencia y no creer en banalidades sin sentido o erradas. Está en tus manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario