A continuación expongo una relación de MITOS sobre el embarazo que para nada son verídicos y están refutados por médicos y científicos, aunque algunas personas sigan creyendo en ellos (por ridículos que parezcan algunos). Una cosa es creerse alguna receta de la abuela inocua que sino beneficia tampoco perjudica y otra es creerse información que para nada es real y puede llevar a equivocaciones graves y contraproducentes cuando tratamos temas tan delicados.
Ponerse cabeza abajo después del coito aumenta las posibilidades de quedarse embarazada.
La forma y altura del vientre, así como el ritmo cardiaco fetal, puede indicar el género de los bebés: vientre alto niño, bajo niña.
La forma y redondez de la cara, así como los cambios de color de la piel, durante el embarazo indican el género de los bebés.
El desarrollo cerebral es genético. No necesariamente, si el nonato no tiene ciertas experiencias, algunas zonas del cerebro no efectúan las conexiones necesarias con el consiguiente retraso cognitivo, motor, ect..
Lo que sucede antes del nacimiento no afecta al aprendizaje: Falso, tanto las sustancias nocivas tomadas por la madre durante el embarazo como conductas impropias pueden afectar al desarrollo del feto no sólo a nivel intelectual, sino físico.
Una cabeza más grande es mejor. Falso, no implica mayor cerebro o inteligencia.
El cerebro se torna más activo a medida que madura. Falso, el cerebro de un niño de 2 años es 2 veces tan activo que es de un adulto, lo que ocurre es que el del adulto es más eficaz.
Por el contrario las investigaciones de los últimos años han dado fe de muchas cosas que no se conocían sobre el desarrollo del feto y que abre aún más el debate sobre en qué momento puede ser considerado (por sus actos) individuo o persona, frente a los que marcan que sólo es un ente biológico sin capacidad personal o humana.
A las nueve semanas el feto tiene hipo, reaccionando a los sonidos fuertes.
A finales del segundo trimestre oye
En el tercer trimestre experimenta sueños REM (por lo que se supone que duerme y puede llegar a soñar , quizás a modo de preparación para el desarrollo que le espera)
Saborea los alimentos que consume la madre y se habitúa a ellos.
Distingue entre las voz de su madre y personas extrañas.
Responde incluso a historias que esta le haya leído cuando estaba en el seno siendo capaz de aprender y recordar.
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